lunes, 19 de diciembre de 2011

El tótem del dinero


Hay que instar leyes y normas para penalizar a que quienes estando en posición de decidir y actuar con el mejor conocimiento y medios perjudiquen a la inmensa mayoría o a quien sea.

Si la economía funcionara eficientemente en base a la economía real productiva, el crecimiento normal estaría entre el 1,5 y el 4,5%. Este sería el marco de referencia de incremento de precios, dejando al margen la economía de casino. Quizás tardemos un poco en acoplarnos al nuevo y extraordinario escenario, si bien el esfuerzo será bueno.

Se debiera establecer una normativa y procedimiento ético legal, con límites a los beneficios, pues si perder tiene fondo, ganar debiera tener techo. Las diferencias de excedentes de precios armonizados entre países, además de los beneficios que se generen de cualquier actividad de la cadena productivo económica, se debería y podrían invertir en las respectivas diferentes localizaciones geográficas, según el consumo en la cadena productiva de inicio a fin. De este modo se dispersaría el conocimiento y la riqueza,  equilibrando los ingresos, invirtiendo en beneficios sociales para todos los ciudadanos entre países, además de generar empleo local, evitando excedentes, infrautilización o el mal aprovechamiento de los recursos y medios en todos los ámbitos.


Los gobernantes, dirigentes, economistas influyentes y los medios de comunicación,  evitan directamente mencionarlo, no saben, no dicen o no pueden haciendo mutis por el foro, pues también son reos del monopolio y dictadura del dinero que ejerce la banca, dirigiendo las vidas de los seres humanos.

No parece buena idea y remedio que el BCE preste al FMI para que este lo preste a los Estados europeos en dificultades, sorteando así el monopolio y las dificultades de los banqueros por las graves carencias en la formulación del sistema que son una de las causas de la crisis económica.

Resulta un abuso de posición de dominio insostenible e ilegítimo, que los estados europeos y del mundo en general, se tengan que endeudar con la banca privada pagando intereses por la emisión de su propio dinero que es el de los ciudadanos. En la UE, el apartado 21.1 del artículo 123 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, impide a los Estados financiarse directamente con la emisión de su propio dinero que es el de todos los ciudadanos, sino es a través de la banca privada pagando intereses.

No parece razonable que los Estados, como organización de equilibrio y punto de encuentro de los intereses de todos, beneficien a nadie en perjuicio de la inmensa mayoría, asegurándoles además Constitucionalmente, los beneficios y el cobro preferente a la industria bancaria su negocio privado.

Bien puede parecer, que la industria bancaria se reserve en exclusiva financiar la actividades privadas en general, siempre que se impida el monopolio, con leyes que eviten su quiebra y la distorsión de los mercados y los precios, garantizando evitar la imposición de dominio de su mayor conocimiento y medios a los ciudadanos consumidores en cuanto a sus necesidades financieras.

Así, si queremos resolver los graves problemas de la crisis económica Europea y del mundo, los gobernantes y dirigentes, deberían empezar por abolir el apartado 21.1 del artículo 123 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que impide a los Estados financiarse directamente a coste 0 con la emisión de su propio dinero.


domingo, 4 de diciembre de 2011

El tabú del dinero



Sería deseable que se instaran leyes y normas para penalizar a que quienes estando en posición de dominio de decidir y actuar con el mejor conocimiento y medios perjudiquen a la inmensa mayoría o a quien sea.

Ciertamente no basta con cambiar de presidente o partido político gobernante, hay que cambiar el sistema que está caducado. Sin duda, hay que instar leyes y normas para penalizar a que quienes estando en posición de dominio de decidir y actuar con el mejor conocimiento y medios perjudiquen a la inmensa mayoría o a quien sea. Mientras no empecemos por esto no habrá solución a los problemas actuales.


Recomendaciones:

El País Economía    "Matar al Euro"
Paul Krugman  04/12/2011


¿Cómo se han torcido tanto las cosas? La respuesta que oímos todo el tiempo es que la crisis del euro fue provocada por la irresponsabilidad fiscal. Enciendan el televisor y muy probablemente encontrarán a algún lumbreras declarando que si Estados Unidos no recorta el gasto terminará como Grecia. ¡Greeeeeecia!

Pero lo cierto es casi lo opuesto. Aunque los líderes europeos siguen insistiendo en que el problema es un gasto demasiado elevado en las naciones deudoras, el auténtico problema es un gasto demasiado reducido en Europa en su conjunto. Y sus intentos de arreglar las cosas exigiendo una austeridad cada vez más severa han desempeñado un papel decisivo para empeorar la situación.... sigue>


Tribuna El País Opinión    "La quiebra de una gran ilusión"
Juan Ignacio Crespo  02/12/2011


Josep Fontana analiza en una monumental obra el fracaso, siete décadas después, del proyecto que surgió tras la II Guerra Mundial de construir un nuevo orden internacional guiado por el progreso y el entendimiento.

Los sucesos de 1968 en París y Praga muestran que era imposible un cambio radical.

Ofrece una tesis interpretativa que pretende servir de reflexión documentada.

El historiador Josep Fontana ha publicado una obra de excepcional ambición intelectual que sin duda se convertirá en un hito historiográfico, Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 1945 (Pasado&Presente). Este historiador catalán, que acaba de cumplir 80 años y es catedrático emérito de Historia Económica de la Universitat Pompeu Fabra, tiene una larga trayectoria: sus más de 500 publicaciones -entre ellas 30 libros- avalan su destacada talla científica… sigue>



El País Economía    "La alternativa del diablo"
Juan Ignacio Crespo  02/12/2011


Tras cuatro años de crisis del crédito, los bancos y los Estados están entrelazados en un abrazo mortal: los primeros tienen en su balance la deuda de los Estados y estos se encuentran en una situación de tal debilidad presupuestaria que les impide recapitalizar a los bancos adecuadamente (una ironía más de la crisis: aunque quisiera nacionalizarlos quizá no podrían...).

De ahí que, aunque haya que acordar medidas de largo plazo (como la integración fiscal y la constitución de un Tesoro único europeo o, al menos, de una Agencia Europea de la Deuda), y aunque los Gobiernos tengan que hacer lo que tienen que hacer (reducción del déficit y reformas) las medidas urgentes en Europa solo pueden venir del único bombero que queda operativo en la plaza: el BCE. Con permiso de Alemania que tendrá que optar entre recuperar en euros depreciados los préstamos que, a veces, tan alocadamente concedió; o no recuperarlos en absoluto; entre que su mercado cuasi cautivo, Europa, se mantenga solvente o caiga en la bancarrota... sigue>