lunes, 26 de marzo de 2012

Pensemos y actuemos en positivo sin egoísmos


La solución de la crisis del sistema, posiblemente pasaría, pensando y actuando entre todos sin egoísmos, porque los Estados recuperaran el monopolio de emitir dinero conforme al censo de población y las necesidades esenciales básicas de consumo, además del monopolio del empleo u ocupación. También podría ser que se estableciera un sistema de monopolio mixto entre los Estados y la banca. Se necesitaría establecer una Renta Básica de acuerdo al censo de población y  las necesidades esenciales de consumo, inclusive las necesidades y servicios comunes por medio de los estados nacionales y locales, asegurando el flujo dinerario necesario para alimentar el sistema productivo esencial básico, que a su vez autofinanciaría y generaría demanda de empleo y consumo de acuerdo a los medios y posibilidades del sistema productivo.

Obviamente se deben de equilibrar las rentas y los precios globalmente, diseñando y estableciendo un mecanismo que permita recaudar y gestionar las diferencias dinerarias, evitando la deslocalización productiva y poder  así realizar las inversiones que sean necesarias para generar la autosuficiencia, además de mejorar el progreso y bienestar en cada localización.  Posiblemente deberemos de retroceder y buscar la autosuficiencia local  e intercambiar con los demás las carencias, en armonía y equilibrio preservando la naturaleza y los bienes esenciales, potenciado y procurando "La motivación por el progreso y el bienestar del ser humano" como  paradigma e ideal, sin la división y exclusión de las personas por cualquier causa, haciendo efectivo actualizado la Declaración de los Derechos Humanos Universales.

La propia sociedad de consumo y sistema productivo deben de ser remplazados por la “Motivación de un mundo de  abundancia” en armonía y equilibrio con el entorno en que toda las  personas puedan acceder y disfrutar activamente de los derechos humanos en libertad y libre elección, sin más condicionante que el conocimiento y la disponibilidad de cada cual con los medios de producción,  transformación de la propia naturaleza y los recursos.

Así, las diferencias deben de sobrevenir por la propia naturaleza  y  el esfuerzo del intelecto, no por las cosas y medios creados por el hombre. Las cosas creadas por el hombre deben de estar al servicio del ser humano y no al revés como sucede, pues entonces de qué sirve el progreso si sólo se benefician unos pocos privilegiados a costa de los demás.

La responsabilidad de los gobernantes, políticos y dirigentes, que libremente han elegido su obligación y deber social, es garantizar sin egoísmo el bienestar presente de los ciudadanos y el futuro de nuestros hijos. Este es el único mandato que tienen los gobernantes democráticos de los ciudadanos.