Algunos
conocidos volvieron de China impresionados. Un producto del que Brasil
fabrica un millón de unidades, China, en una sola fábrica, produce 40 millones.
La calidad es equivalente y la velocidad de distribución impresionante. Los chinos colocan cualquier producto en el mercado en cuestión de semanas, a precios que son una fracción de los de los brasileños. Una de las fábricas se está trasladando al interior porque los salarios de la región en que se halla instalada son demasiado altos: 100 dólares al mes. Un obrero brasileño gana 300 dólares mensuales mínimo, que sumados a los impuestos y otros beneficios equivalen a 600 dólares. Cuando los comparamos con los 100 dólares que reciben los chinos sin prácticamente ningún otro beneficio. Nos hallamos frente a una esclavitud amarilla, y alimentándola.
¿Horas extraordinarias? En China, olvídelas. La gente allí está tan agradecida de tener un empleo que trabaja horas extras a cambio de nada. Detrás de esta "situación" está la gran trampa china. No se trata de una estrategia comercial, sino de una estrategia de "poder" para conquistar el mercado occidental. Los chinos están sacando provecho de la actitud de los "comerciantes" occidentales, que prefieren tercerizar la producción quedándose tan sólo con lo que le agrega valor: la marca.
La calidad es equivalente y la velocidad de distribución impresionante. Los chinos colocan cualquier producto en el mercado en cuestión de semanas, a precios que son una fracción de los de los brasileños. Una de las fábricas se está trasladando al interior porque los salarios de la región en que se halla instalada son demasiado altos: 100 dólares al mes. Un obrero brasileño gana 300 dólares mensuales mínimo, que sumados a los impuestos y otros beneficios equivalen a 600 dólares. Cuando los comparamos con los 100 dólares que reciben los chinos sin prácticamente ningún otro beneficio. Nos hallamos frente a una esclavitud amarilla, y alimentándola.
¿Horas extraordinarias? En China, olvídelas. La gente allí está tan agradecida de tener un empleo que trabaja horas extras a cambio de nada. Detrás de esta "situación" está la gran trampa china. No se trata de una estrategia comercial, sino de una estrategia de "poder" para conquistar el mercado occidental. Los chinos están sacando provecho de la actitud de los "comerciantes" occidentales, que prefieren tercerizar la producción quedándose tan sólo con lo que le agrega valor: la marca.
Difícilmente
podrá usted comprar en las grandes redes comerciales de los EE.UU. algún
producto "made in USA". Es todo "made in China", con una
marca estadounidense. Las empresas ganan riadas de dinero comprándoles a
los chinos por centavos y vendiendo luego por centenares de dólares. Sólo les
interesa el lucro inmediato a cualquier precio. Aún al costo de cerrar sus
fábricas y generar una brutal desocupación. Es lo que podría llamarse
"estrategia del precio".
Mientras los occidentales tercerizan sus emprendimientos y ganan en el corto plazo, China aprovecha ese enfoque e instala unidades productivas de alta eficiencia para dominar en el largo plazo. Mientras las grandes potencias mercantiles se quedan con sus marcas, con el diseño, sus garras, los chinos se quedan con la producción, asistiéndolos, estimulándolos y contribuyendo al desmantelamiento de los escasos parques industriales occidentales que van quedando.
Muy pronto ya no habrá más fábricas de zapatillas deportivas o de calzados en el mundo occidental. Sólo existirán en China. De modo que en el futuro próximo veremos cómo los producto chinos aumentan sus precios produciendo un "shock manufacturero" como sucedió con el shock petrolero en los años 70. Y entonces será ya demasiado tarde. Entonces el mundo se dará cuenta de que levantar nuevas fábricas tendrá costos prohibitivos y deberá rendirse al poderío chino. Se dará cuenta de que alimentó a un enorme dragón y se convirtió en su rehén. Un dragón que aumentará gradualmente sus precios, puesto que será quien dicte las nuevas leyes del mercado y será luego quien mande, pues tendrá el monopolio de la producción.
Ya que será también el dueño de las fábricas, de los stocks y de los empleos y quien regulará los precios. Nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos asistiremos a una inversión de las reglas de juego actuales, lo que producirá en las economías occidentales el impacto de una bomba atómica china. En ese momento, cuando el mundo occidental se dé cuenta, será irreversible.
Ese día, los ejecutivos occidentales mirarán tristemente las ruinas de sus antiguas fábricas, a sus técnicos jubilados jugando a las cartas en las plazas y llorarán sobre la chatarra de sus parques fabriles destruidos. Y se acordarán entonces, con mucha nostalgia, del tiempo en que ganaban dinero comprando "fardos de mercaderías de los esclavos" y vendiendo caras sus "marcas registradas" a sus coterráneos. Y entonces, entristecidos, abrirán sus despensas y almorzarán sus marcas que ya estarán pasadas de moda y que por lo tanto, habrán dejado de ser poderosas, porque todas habrán sido copiadas.
REFLEXIONEN Y COMIENCEN YA A COMPRAR PRODUCTOS DE FABRICACIÓN NACIONAL, FOMENTANDO EL EMPLEO EN SU PAÍS, POR LA SUPERVIVENCIA DE SU AMIGO, DE SU VECINO Y HASTA DE USTED MISMO. Y LA DE SUS DESCENDIENTES.
Piensen además. Y... ¿su poderío bélico-militar?
Quedaremos rehenes y a su merced, es decir, estamos hoy alimentando a la cobra que nos morderá en el futuro!
Mientras los occidentales tercerizan sus emprendimientos y ganan en el corto plazo, China aprovecha ese enfoque e instala unidades productivas de alta eficiencia para dominar en el largo plazo. Mientras las grandes potencias mercantiles se quedan con sus marcas, con el diseño, sus garras, los chinos se quedan con la producción, asistiéndolos, estimulándolos y contribuyendo al desmantelamiento de los escasos parques industriales occidentales que van quedando.
Muy pronto ya no habrá más fábricas de zapatillas deportivas o de calzados en el mundo occidental. Sólo existirán en China. De modo que en el futuro próximo veremos cómo los producto chinos aumentan sus precios produciendo un "shock manufacturero" como sucedió con el shock petrolero en los años 70. Y entonces será ya demasiado tarde. Entonces el mundo se dará cuenta de que levantar nuevas fábricas tendrá costos prohibitivos y deberá rendirse al poderío chino. Se dará cuenta de que alimentó a un enorme dragón y se convirtió en su rehén. Un dragón que aumentará gradualmente sus precios, puesto que será quien dicte las nuevas leyes del mercado y será luego quien mande, pues tendrá el monopolio de la producción.
Ya que será también el dueño de las fábricas, de los stocks y de los empleos y quien regulará los precios. Nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos asistiremos a una inversión de las reglas de juego actuales, lo que producirá en las economías occidentales el impacto de una bomba atómica china. En ese momento, cuando el mundo occidental se dé cuenta, será irreversible.
Ese día, los ejecutivos occidentales mirarán tristemente las ruinas de sus antiguas fábricas, a sus técnicos jubilados jugando a las cartas en las plazas y llorarán sobre la chatarra de sus parques fabriles destruidos. Y se acordarán entonces, con mucha nostalgia, del tiempo en que ganaban dinero comprando "fardos de mercaderías de los esclavos" y vendiendo caras sus "marcas registradas" a sus coterráneos. Y entonces, entristecidos, abrirán sus despensas y almorzarán sus marcas que ya estarán pasadas de moda y que por lo tanto, habrán dejado de ser poderosas, porque todas habrán sido copiadas.
REFLEXIONEN Y COMIENCEN YA A COMPRAR PRODUCTOS DE FABRICACIÓN NACIONAL, FOMENTANDO EL EMPLEO EN SU PAÍS, POR LA SUPERVIVENCIA DE SU AMIGO, DE SU VECINO Y HASTA DE USTED MISMO. Y LA DE SUS DESCENDIENTES.
Piensen además. Y... ¿su poderío bélico-militar?
Quedaremos rehenes y a su merced, es decir, estamos hoy alimentando a la cobra que nos morderá en el futuro!
¿Qué
temía Napoleón?… no era tan loco como lo pintaron los ingleses, esos mismos que
hoy, con sus hijos predilectos de norte-américa, nos están llevando a la futura
esclavitud asiática.
Apreciado XelNaga, me alegra verte por estos lares al que no es fácil llegar salvo para los buenos amigos. Ciertamente no nos enteramos de cuanto está pasando, salvo por los visibles efectos y por los que están por llegar.
ResponderEliminarResulta, que no está en manos de los gobernantes y dirigentes, la solución a la crisis manteniendo el sistema actual injusto e ilícito, como ellos bien ya saben desde hace tiempo, pues simplemente no saben cómo hacer, como prueba la situación en que estamos. El sistema ha llevado a que los bancos desconfíen completamente entre ellos, con los demás financieros que intervienen, sean compañías de seguros, expertos economistas y con los gobernantes y dirigentes que no saben de economía y a duras penas saben de administrar el bien común. Los gobernantes y políticos desconfían del sistema, de los expertos de lo que sea, de los banqueros y bastante de los ciudadanos, como prueban las fabulosas campañas de publicidad y marketing que realizan en las elecciones para mantener o lograr el gobierno y las leyes electorales que permiten que una exigua minoría mayoritaria del 30% del censo electoral gobierne. Los ciudadanos hemos salido escaldados del actual sistema que nos ha traído una tragedia humana, la ruina personal y una crisis descomunal con la última estafa inmobiliaria, dejando atrás las anteriores. Ahora quieren que paguemos los ciudadanos las facturas del estropicio y el caso es, que la factura no deja de crecer sin que se vea el final. Llegados aquí asoma la realidad cruda. Ya no nos pueden seguir engañando y además, ya sabemos que no podemos esperar que los gobernantes resuelvan nuestros propios problemas, que son de nuestra exclusiva responsabilidad de decisión y actuación. Cuando llegue el momento de que la mayoría sea consciente de esta realidad aparecerá la solución que está delante nuestra esperando.
Esta es mi confianza en los seres humanos, a pesar de las muchas limitaciones y condicionantes. Saldremos adelante muy pronto en términos del tiempo presente. Confianza en nosotros mismos y los demás.
Hola, no estoy de acuerdo en que predicamos en el desierto. Prueba es que ya somos 3 discutiendo de este tema. La ciudadanía ha sido enseñada en la escuela a obedecer a pies juntillas, y no se les ha dado las herramientas, solo se les ha dicho lo que tienen que hacer para tener una vida feliz y, que a los poderosos no hay que darles caña, porque si no, te meten en problemas de los que no puedes salir. Lo cual no deja de ser verdad. Yo llevo luchando toda la vida por ser crítico, por no aguantarme, por ser amable pero no para que me engañen. La clase gobernante es un grupo bastante cortito de miras y en realidad con poco poder, y a los hechos me remito ... aunque ... con todos los fondos que crean los impuestos ... ¿porque no usarlo para crear riqueza para la ciudadanía y no para prestarselo a los banqueros? Mi hija de 13 años ve las cosas mucho más claras que todos ellos.
ResponderEliminarEfectivamente parece, que los ciudadanos se empiezan a mover. No estoy seguro si en la dirección correcta. Puedes ver más comentarios de este mismo post en: http://iniciativadebate.org/2012/01/29/como-china-dominara-al-mundo/
ResponderEliminarEsperemos que esto sea el inicio del despertar mayoritario y, más nos vale que sea pronto.