sábado, 14 de enero de 2012

Eficientes "brotes verdes"


En los próximos 20 años seguramente los problemas del momento tendrán muy poco que ver con los actuales, simplemente por el recorrido y caducidad del conocimiento, la caducidad y el progreso tecnológico y la concurrencia en el tiempo de multitud de decisiones y acciones humanas con diferentes grupos de resultados. Se necesitará pues, cambiar de sistema e integrar paulatinamente en armonía y equilibrio nuevas leyes y normas que impidan las actuales discriminatorias e ilícitas que pervierten los más elementales Derechos Humanos, que proporcionan ventajas y posición de dominio a quienes deciden y actúan con el mejor conocimiento y medios perjudicando a la inmensa mayoría.


Si por las causa que fueran en el tiempo, cuanto se disponga y acuerde perjudica a cualquiera, se debe de revertir y restituir la ventaja o desviación que se produzca en perjuicio de quien sea, pues de lo contrario supone mantener una posición de privilegio ilegítima contraria a la esencia del derecho y la justicia.

Sin duda se necesita una eficiente y equilibrada gestión económica y fiscal, que evite los efectos perniciosos que nos ha llevado a esta brutal crisis humana. El dinero solo debiera ser un instrumento de intercambio de nuestro propio tiempo agregado al de los demás en la cuantía que sea necesaria, para intercambiar nuestras necesidades según las disponibilidades del entorno sin ventajas para nadie, procurando evitar los males implícitos y perversos.

Posiblemente si se añadiera la caducidad, obligada renovación y emisión anual del dinero de acuerdo al censo de población y las necesidades esenciales básicas de consumo, vivienda, suministros y transporte de manera equilibrada y eficiente permitiría generar la plena ocupación, siempre que los beneficios generados se queden en las diferentes localizaciones del sistema productivo y consumo.

Esta nueva emisión a modo de Renta Básica se puede perfectamente entregar directamente a los ciudadanos por medio de la red de oficinas bancarias que gestionarían y administrarían por delegación como agentes fiduciarios del Estado de modo que el flujo dinerario recorra todo el circuito del sistema productivo de la oferta y la demanda sin ventajas para nadie. Habría que reagrupar y aplazar 10 años o el tiempo que sea necesario flexiblemente, la totalidad de las deudas actuales para amortizarlas con los excedentes y beneficios que le economía real genere sin sufrimientos de los ciudadanos y sin el mal aprovechamiento o infrautilización de los recursos, medios y en general de cuanto tenemos de bueno y provecho. Transitoriamente se debiera derogar el  artículo 21.1. del Tratado de Funcionamiento de la UE y similares del resto de países, que impide a los Estados financiarse en sus necesidades directamente a coste 0 de la propia emisión de su dinero que es de todos.



Así, mientras no se suprima la tiranía y dictadura del dinero y se disponga del mismo libremente como bien universal, como medio e instrumento de intercambio no habrá progreso posible ni solución a las causas de la crisis y los problemas implícitos con el sistema económico que se trata de sostener a costa del sufrimiento de millones de personas. 


http://lacomunidad.elpais.com/montejb/posts

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